martes, 9 de marzo de 2010

Los Extraterrestres en la antiguedad



Desde la antiguedad en todas las razas de casi todos los lugares del planeta tierra se ha dejado plasmado a través de la historia en vasijas, pergaminos, piedras, e incluso en la propia tierra la venida de los cielos de naves y dioses (considerados asi) por esos antepasados nuestros primitivos.

El rey Tutmosis III presenció estos extraños artefactos en Egipto. De ello da cuenta el conocido Papiro Tulli que se conserva en los Museos Vaticanos, en Roma. Este documento describe la llegada de un círculo de fuego en el cielo el 18 de febrero de 1487 antes de C. "No tenía cabeza, (aunque) el aliento de su boca despedía un olor fétido. Su cuerpo era como una pértiga de largo (unos 5 metros) y una pértiga de ancho. No tenía voz". Más adelante puede leerse: "¡Oh! Son numerosos... Brillan más que el Sol, en los cuatro puntos cardinales del cielo". El documento traducido por el egiptólogo Boris de Rachewiltz es parco en detalles pero lo suficiente para deducir que varios objetos de origen desconocido establecieron contacto con los antiguos egipcios.

En el desierto del Sahara, al sur de la cordillera de Tassili, Argelia, por ejemplo, en las oquedades y restos de antiguos refugios se hallan más de cinco mil pinturas. Henri Lhote fue el primero en explorarlas, en 1933, y las bautizó como "los marcianos". Las pinturas murales de Tassili, situadas en una plataforma arenosa de 800 kilómetros de longitud por 60 de ancho, contienen una información detallada de la vida del hombre prehistórico, reproducen animales con gran fidelidad, también hombres en escenas de caza, pero junto a ellos extraños seres de enorme cabeza redonda provista de un solo ojo. Algunos escépticos sugirieron que se trataba de hombres con calabazas vacías sobre sus hombros cumpliendo algún ritual primitivo, teoría que carece de fundamento por el hecho de que nunca se cultivó este fruto en lo alto de la meseta de Tassili. ¿Quiénes eran? ¿Por qué guardan tal semejanza con los modernos casos de contacto extraterrestre?

Otra de estas civilizaciones son los dogon viven en la República de Malí, en el antiguo Sudán francés y, curiosamente, disponían desde hace más de cinco mil años de una información privilegiada en referencia a la estrella Sirio imposible de adquirir sin los modernos conocimientos astronómicos. Las pinturas de los dogones muestran que ellos habrían llegado de una “estrella oscura” (sistema de sirio) el cual cada 50 años realiza un acercamiento a la tierra y misteriosamente coincide con la fiesta más importante de los Dogon el Sigui, que se celebra cada 50 años (tiempo de rotación de Po Tolo alrededor de Sirio) y dura 7 anos. La próxima tendrá lugar en 2027. Se trata de un importante ritual de regeneración y que conmemora la revelación de la palabra a los hombres, así como la muerte y el funeral del primer antepasado. El investigador Robert K.G.Temple sugirió que los dogon adquirieron sus extraordinarios conocimientos gracias a las revelaciones de unos visitantes cósmicos que procedían del sistema solar conocida como "La estrella perro". ¿De qué otro modo podían saber que Sirio es un sistema triple, es decir, formado por tres estrellas cuando estos conocimientos no estarían en posesión del hombre moderno hasta 1995?. Efectivamente, un equipo de astrónomos franceses descubrió, ese año, que la estrella más brillante del firmamento era un sistema estelar formado por tres estrellas y no por dos, como sostenía la astronomía desde mediados del siglo XIX. Lo verdaderamente sorprendente es que cuando en 1931 el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a los dogon descubrió que sus tradiciones más sagradas hablaban de una estrella compañera de Sirio y de la que, incluso, conocían el tiempo que tarda en completar su órbita. Por si fuera poco los dogon sabían que es extraordinariamente densa y hablaban de una tercera estrella de la que, dicen, es mucho más ligera. Todos estos datos han podido ser cotejados, cinco mil años después, por D. Benest y J.L.Duvent quienes dedujeron en 1995 que la nueva Sirio C es una "enana roja" quinientas veces menos densa que nuestro Sol. ¿Sorprendente no?. Los dogon creen en un dios hacedor del Universo que mandó a nuestro planeta a un dios menor. Éste descendió a la Tierra y trajo semillas de plantas... Después de crear la Tierra, las plantas y los animales, este dios creó la primera pareja de humanos". Sorprendentemente esta leyenda encaja con otras de lugares bien dispares incluyendo nuestra sagrada biblia, lo que hace pensar que todas partieron de una fuente común.

En un relato que se encuentra en las estancias de Dzyan, hallamos de nuevo alusiones a estos "instructores" extraterrestres y a la "importación" de algunos frutos, en este caso el trigo: "Frutos y granos, desconocidos sobre la Tierra hasta entonces, fueron traídos desde otras lokas (esferas o planetas) por los Señores de la Sabiduría". Se da la circunstancia de que, efectivamente, el trigo es una gramínea con una localización geográfica muy restringida en su origen, en concreto en Oriente Medio, donde aún se puede hallar en estado silvestre. Precisamente allí se generó la leyenda de Osiris, el dios egipcio que, entre muchas otras cosas, enseñó a los habitantes del Valle del Nilo a vivir en ciudades y la agricultura. Osiris, según la leyenda, descendió del cielo en un "barco volador". ¿Se trataba de un OVNI?.

Otro descubrimiento puede despejar las dudas todavía existentes. En el estado de Chiapas, México, en el vasto campo de ruinas mayas de Palenque dominada por una gran pirámide se levanta el llamado Templo de las Inscripciones. Fue allí, en 1945, donde el arqueólogo Alberto Ruiz Lhuillier descubrió un extraño relieve que representa un objeto cónico con un tubo de escape encendido. Un sacerdote estirado mira hacia arriba y sostiene palancas en sus manos. Los jeroglíficos mayas que figuran en el marco del dibujo del sarcófago han sido interpretados como el Sol, la Luna y la Estrella Polar, confirmando así la interpretación cósmica del relieve.

En la India el Mahabharata de 5.000 años de antiguedad, las vimanas, o sea máquinas voladoras, navegaban a gran altura con la ayuda de mercurio y un fuerte viento propulsor. Las Vimanas podían cubrir enormes distancias y podían viajar hacia arriba, hacia abajo y hacia delante. En otro pasaje del Mahabharata: "Bhima (Yautja?) voló con su Vimana en un rayo enorme, brillante como el sol, e hizo un ruido como el trueno de una tormenta". Algunos datos del Mahabharata son tan precisos que uno tiene la impresión de que el autor está escribiendo con conocimiento de primera mano, describe el arma que podría matar a todos los guerreros que llevaran equipo de metal. Si los guerreros conocieran el efecto de esta arma a tiempo, deberían sacarse todo el equipamiento de metal que estuvieran usando, saltar al agua y lavarse y lavar todo lo que hubiera estado en contacto con ellos, el arma hacía caer el pelo y las uñas. Todo lo viviente se volvía pálido y débil. La colección Drona Parva habla de un conflicto –aparentemente atómico– que habría sucedido alrededor del 12.000 a.C. Describe un “enorme proyectil llameante, quemando con fuego sin humareda, haciendo arder los bosques y matando millares de individuos”.

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